2/14/2017

Personajes texto Junio 2015

En este fragmento de Réquiem por un campesino español podemos dividir a los personajes en dos; aquellos que sólo salen nombrados en la narración, y por otro lado los que dialogan.

    Los personajes que sólo salen nombrados son: la mujer de Paco: “tres semanas después de la boda volvieron Paco su mujer” A esta mujer la gente la veía trabajadora y buena. Además de esto, no se entendía con su suegra. Don Valeriano: “Los nuevos concejales eran jóvenes, y con excepción de algunos, según don Valeriano, gente baja” Don Valeriano, aunque no empuñaba las armas, era uno de los tres victimarios. Los tres querrán pagar la misa de réquiem y Mosén Millán lo rechaza. Era administrador del duque y alcalde nombrado por los fascistas. Padre de Paco: “El padre de Paco vio de pronto que todos los que con él habían sido elegidos se consideraban contrarios al duque y echaban roncas contra el sistema de arredramientos de pastos” Es un señor alegre y amable. Mosén Millán piensa que ni él ni su familia eran muy devotas. Ante las elecciones este personaje se muestra a favor, ya que quiere que se haga justicia. Le respetan en el clima de violencia porque, además de que no tiene ningún cargo político ni se pone a discutir abiertamente con los altos cargos, porque es una persona mayor y el pueblo le valora mucho y admira.

    Los personajes que intervienen en el diálogo son: Mosén Millán: “Vienen tiempos nuevos, Mosén Millán” El hombre bueno maleado por la fe. La incomparecencia del pueblo, sus parientes y amigos a la misa de réquiem un año después de su muerte indica el desprecio de éstos hacia el cura que cooperó con los criminales, la división entre el pueblo (representado en el carasol  "donde siempre se exageraba") y la Iglesia y que el clero está del lado del que manda aunque el que mande sea un asesino. El cura es ingenuo porque se deja llevar por unos asesinos de apariencia caballeresca; pero además traiciona a sus creencias de cristiano y al paternalismo que le profesaba a la víctima. Paco: “dijo Paco” Este relato fundamentalmente da cuenta de las relaciones entre el párroco y Paco a partir del hecho de que le ha bautizado, confirmado y casado y de que el chico le ayudaba en misa. Pero el suceso sobre el que pivota el desarrollo de la tragedia que se augura es la visita de ambos al pobre moribundo de las cuevas "Desde aquel día que fuimos a la cueva a llevar el santolio sabe usted que yo y otros cavilamos para remediar esa vergüenza". Porque es cuando se le revela a Paco la intolerable injusticia del mundo en el que se vive (este hecho le hará rebelarse de mayor y luchar contra las injusticias) y la escasa bondad del cura para reaccionar con justicia. Pero Paco desde pequeño sintió admiración y respeto por él y creyó en él a la hora de dejarse prender. Perteneciente a una familia con tierras aunque trabajaban de sol a sol. Siempre fue muy querido en el pueblo. A los siete años fue una especie de monaguillo suplente. De mayor tuvo fama de mozo atrevido. Paco es el héroe y la víctima, la narración de su vida y muerte ocupa el mayor espacio en el texto. En ningún momento aparecen datos suficientes para trazarnos una imagen física (prosopografía), salvo que es un buen mozo. Interesa su personalidad que desde niño se gana el aprecio de sus vecinos. Será presentado desde el principio bajo un sino trágico. Desde el principio conocemos su final desdichado, pero esto no convierte en tragedia su vida, sino la inevitabilidad de que los acontecimientos se desarrollen de aquel modo.
Lucía Glez Peña