1/14/2018

Tema o temas del fragmento en relación con los temas de la obra

            Lorca siempre lleva al escenario destinos trágicos, pasiones condenadas a la soledad o a la muerte, y generalmente encarnados por mujeres.

            En La casa de Bernarda Alba el elemento que envuelve el ambiente durante todo el desarrollo de la obra es la frustración. En este fragmento aparece personificado por la joven Adela. En el plano social tiene un fuerte componente moral por lo que podemos relacionar la frustración con otros temas unidos al central que se ven reflejados en el fragmento como la moral tradicional y la presión social, la condición de la mujer en la sociedad española de la época, el orgullo de casta y las diferencias sociales, que podemos apreciar entre Adela y la criada la Poncia.

            El amor es uno de los temas principales, va ligado al sexo como una energía impetuosa y lo vemos n la pasión que siente Adela hacia Pepe el Romano “apagarme este fuego que tengo levantado por piernas y boca”. Pero los obstáculos que encuentra este amor conducen de nuevo a la frustración, en este caso, Adela se siente frustrada porque Pepe el Romano no le pertenece, ya que es el prometido de su hermana mayor. En relación con lo anterior aparece también la esterilidad que va ligada al mundo adulto, caracterizado en esta obra por la hermana mayor prometida con Pepe el Romano, y esto explica la obsesiva nostalgia de la infancia por parte de Lorca, caracterizado por la hermana menor, que es joven, risueña, enamoradiza y con ganas de vivir su vida.

            Además es muy característico el principio de autoridad contra el de libertad. Durante la obra aparece Bernarda encarnando a la autoridad, y las hijas representando la oposición en distintos grados, desde actitudes más pasivas y sumisas hasta la total rebeldía de Adela “No por encima de ti, que eres una criada, por encima de mi madre saltaría”. Sin embargo en este fragmento, el papel de Bernarda lo asume La Poncia, enfrentándose a Adela para cuidar la reputación de esa casa “No me desafíes, Adela, no me desafíes”.

            Esto nos lleva al último tema, el ¿qué dirán? y las apariencias, el honor. “¡Velo! Para que las gentes no escupan al pasar por esta puerta”. Relacionado con la reclusión que siente Adela frente al ansia amorosa y esa pasión condenada a la soledad o incluso a la muerte si alguien llegara a enterarse.


                                                                              MARÍA DEL VIGO